Tarta Piano

Hace un tiempo una joven vino a encargarnos una tarta para su abuelo. Al parece el hombre es amante de la música, al igual que ella, por lo que nos pidió una tarta con un piano.

Como nos comentó la nieta, su abuelo tocaba el piano y ella, que quería tener un detalle con él por su cumpleaños, había visto una tarta con un piano y quería algo como aquello. A nosotras nos pareció una idea muy bonita y nos pusimos manos a la obra.

El piano estaba elaborado con fondant y mucho CMC. Aunque para reforzar la tapa utilizamos un trozo de cartón para que aguantase mejor y resistiese cualquier tipo de viaje o espera.

Queríamos que tuviese el mayor número de detalles posibles por eso decidimos dejar la tapa abierta y poner decoración dentro del mismo piano. Las teclas incluso siguen el orden correcto en la escala (para algo la que está al teclado ha tocado durante 4 años el piano).

Pero no hay música sin partituras ni notas ¿no? Por eso decidimos incorporar un poco de ambas en la tarta. Desde que descubrimos los rotuladores de tinta comestible de la marca Foodoodler pintar detalles sobre el fondant es una maravilla. Y por supuesto, no podía faltar el cartel de felicitación para el homenajeado (éste sí que tuvimos que pintarlo con colorante comestible blanco, ya que es muy complicado encontrar rotuladores de ese color).

Nos encanta esta tarta especialmente. Su sencillez y detalle, así como la elegancia que desprende nos tienen enamoradas. Espero que al abuelo le gustase también tanto como a nosotras y disfrutase de su tarta.

Y una tarta que grita el amor por la música tan dulcemente, merecía una canción a su altura. Hay un artista con una voz que a nosotras nos atrapa y una canción que cautiva nuestras almas. Se trata de Rufus Wainwright y su Hallelujah. Y hemos encontrado este vídeo en directo en la que el artista interpreta la canción en cuestión sentado a un piano.

And every breath we drew was Hallelujah