Viaje Madrid-Bilbao

Esta entrada no trata sobre ninguna creación que hayamos elaborado últimamente en En Clave de Azúcar, sino de un viaje. Y es que estos últimos días, mi hermana y yo, hemos cogido el coche y nos hemos puesto a recorrer kilómetros y kilómetros; y como nos lo hemos pasado fenomenal he querido contaros (brevemente) qué tal nos ha ido.
Pero no es que fuésemos sin rumbo fijo, sino que teníamos como destino el País Vasco. Y como el viaje era largo decidimos hacer una parada técnica en Madrid, que vino acompañada de sorpresa :)
A pesar del temporal de los días pasados, en nuestro viaje el sol decidió acompañarnos hasta el último día (en el que incluso nos nevó en el puerto de Somosierra). Por eso, hemos paseado y echado montones de fotos.
Los amigos con los que nos quedamos a dormir en Madrid (nuestra primera etapa del viaje) nos llevaron de paseo hasta el centro donde visitamos (por fuera) el taller de Alma's Cupcakes. Mi cara de ilusión lo dice todo :)

Yo aprendo de la maestra pero a distancia, ya que mi hermana me regaló la suscripción de un año al Alma's Academy. Lo que sí pude aprender de forma presencial fue a decorar galletas con glasa de la mano de Postreadicción. Y es que me tenían reservada esa sorpresa en mi visita a Madrid.
Después de comer me dieron la noticia y por poco me da un síncope. El trabajo de Julia es espectacular y ella es todo simpatía y dedicación. Fueron cuatro horas aprovechadas al máximo, donde aprendí mucho y disfruté aún más. ¿Queréis ver cómo quedaron mis galletas?


¡Me gustan todas! Aunque, si tuviese que elegir, escogería la de las flores de la parte superior izquierda. Es la primera galleta que hago utilizando colorante en gel como si fuese acuarela. Al principio tenía miedo de hacerlo mal, pero finalmente salió todo bien :) La galleta en forma de corazón está elaborada con chocotransfer (también es la primera vez que lo utilizo) y la verdad es que el resultado es bastante vistoso. Como podéis ver en la foto también compré cortapastas (estoy deseando probar el de Playmobil). 
Y, dado que mi hermana y yo teníamos que continuar viaje para Bilbao, las galletas se quedaron en casa de nuestros anfitriones que no dudaron en echarles estas fotos al osito Nicolás y a Caperucita y el lobo. 


Pero hay otra foto que quiero enseñaros de ese día. Y es que mi hermana, que sabía de la sorpresa, se llevó el libro de Postreadicción y muy amablemente me lo firmaron ;)


Me hice una foto con Julia, pero utilicé la cámara de carrete de mi hermana por lo que hasta que no la revele no podré compartirla... Nos hemos malacostumbrado a las cámaras digitales y sus fotos instantáneas :(

Tras nuestra visita a Madrid y con el GPS del móvil encendido nos dirigimos hacia Bilbao. Yo estaba algo tensa ya que temía que hubiese nieve o hielo en la carretera. Pero la nieve, blanca e inmensa, estaba toda en el paisaje que nos rodeaba, por lo que el camino fue seguro y con unas vistas espectaculares.
Cuando llegamos a Bilbao nos registramos en el hotel que estaba junto a la ría. Moderno y calentito.


En cuanto dejamos las maletas nos dirigimos al caso viejo a comer a base de pintxos y txakoli. La comida deliciosa aunque el vino no tanto (al final acabamos con cervezas).


Por la tarde subimos al monte Artxanda en el funicular para disfrutar de las vistas de la ciudad de Bilbao y la nieve.


Personalmente, Bilbao es una ciudad que enamora. Los edificios, la gente, la ría... Todo era perfecto en su conjunto :) Y sin olvidar su famoso museo Guggenheim. Teníamos claro que queríamos visitarlo, así que el martes nos levantamos temprano y después de dar buena cuenta del desayuno-buffet nos encaminamos andando al característico edificio.




La estructura del edificio es impresionante. Las exposiciones del interior generaron en mi sentimientos encontrados. Se trata de un museo de arte moderno, por lo que algunas de las obras eran tan "modernas" que, las mirase por donde las mirase, escapaban a mi entendimiento y mi gusto. Sin embargo, otras me dejaron realmente impresionada :)
Después de la visita cultural nos dirigimos en metro a Portugalete, a ver el puente colgante.


Me quedé de piedra cuando vi la pedazo de estructura de este puente. Y por tan sólo 0,35€ cada una, usamos sus servicios para cruzar al otro lado de la ría. Desde allí fuimos hasta el espigón a ver los barcos y los faros a lo lejos. Os aseguro que el viaje en metro mereció la pena.
Nuestra última parada fue Vitoria-Gasteiz (tenemos familia allí, por lo que la visita era obligada). Queríamos evitarnos el peaje, por lo que cogimos por la nacional. Estábamos un poco acojonadas (por lo de la nieve y esas cosas), pero como fuimos con luz de día, nuestra elección fue absolutamente acertada. Esos paisajes nevados merecían la pena (aunque yo estaba más pendiente de la carretera, la verdad). 




Ahora tengo depresión post-vacacional :( Y es que aquello es tan diferente a lo que estamos acostumbrad@s a ver por aquí. A mi hermana y a mi se nos puso cara de tontas cuando vimos tanta nieve y hasta ayer (que volvimos a casa) no se nos a quitado esa cara ;) 

Y eso es todo nuestro viaje. Kilómetros, galletas decoradas y nieve sería un buen resumen. Espero que os haya gustado esta entrada que tanto se aleja de las que suelo compartir con vosotr@s.

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