Tarta bordada en negro

A principios de semana recibí un encargo que no pude rechazar. A pesar de que tenía pendiente la tarta para el cumpleaños de mi cuñada, me cuesta mucho decir que no (y más a un amigo), por lo que me lancé a la piscina y le dije que sí. No me arrepiento, pero ha sido un duro trabajo. Lo bueno es que me dio carta blanca (tan sólo me dijo que tenía que ser grande), por lo que aproveché para elaborar una tarta que llevaba mucho tiempo queriendo hacer. Sin más preámbulos, os presento mi tarta bordada en negro.


Había visto esta técnica de bordado con glasa y fondant por Internet y estaba deseando utilizarla. Y esta era la ocasión perfecta ya que, a la persona a la que iba dirigida la tarta le encanta la Semana Santa, y los mantos de las vírgenes están llenos de bordados preciosos que poder imitar. Tan sólo tuve que hacer mi propia composición de bordados sacros y "coserlos" a la tarta.

Aunque parezca mentira, lo más complicado fue conseguir un negro bonito para la glasa (conseguir tonos negro o rojo es muy complicado). Pero al final conseguí el mismo tono que el del fondant (que ya la compro tintada) y ¡sin que manchara el fondant blanco! Todo un logro 😊

Pero no todo en la tarta son bordados. También está la flor que corona esta elegante tarta.


Fue un detalle muy acertado, ya que al llevar tanto blanco, se quedaba muy sosa sin nada encima. Las flores siempre dan un toque distinguido y no son especialmente difíciles de hacer.

El bizcocho (uno de los más grandes que he elaborado) era de almendra amarga y la crema de mantequilla del relleno era de brandy. La cocina olía estupendamente mientras lo preparaba (espero que también estuviese deliciosa).

Y para esta tarta tenía varias canciones en mente, así que, para decidirme, me puse la foto de la tarta delante y escuché tranquilamente las canciones candidatas. La ganadora fue Easy de Emiliana Torrini (tanto por el ritmo como por la voz de la cantante).

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