Galletas de vainilla con canela

Adoro las galletas. Hornearlas, decorarlas, comérmelas,... Todo en ellas es magnífico y delicioso. Pero, ¿sabéis qué es lo que más me gusta de las galletas? Pues que me permiten experimentar en la cocina (y afortunadamente son bastante agradecidas). Y eso es exactamente lo que he hecho en esta ocasión: unas elegantes galletas de vainilla decoradas con canela.


Much@s os estaréis preguntando qué tienen de especial estas galletas. Sobre todo después de ver las galletas de San Valentín, donde utilice por primera vez plantillas. Pues bien, el experimento ha sido que he utilizado las plantillas antes de hornear las galletas. Un paso sencillo pero, cómo podéis observar, bastante efectivo. Basta con colocar la plantilla sobre la masa de la galleta y espolvorear un poco de canela. Al hornearlas, la canela se "pega" a la galleta, ofreciéndonos un espectacular efecto. Además, al no llevar glasa real, son aptas para todas aquellas personas menos dulceras. ¡Una maravilla! Pero quiero dejaros otra foto en la que podáis observar mejor los dibujos logrados con esta técnica.


Por supuesto, también pueden hacerse con icing sugar, en lugar de canela. Sin embargo, a mi me gusta más este color tostado, ya que me recuerda a la henna que se utiliza para los tatuajes. Por lo tanto, se podría decir que son unas galletas tatuadas 😉

Y, en cuanto tuve estas galletas en mis manos, sabía qué canción quería para ellas. Bueno, más que la canción, el instrumento. Y es que no hay nada más inspirador para estas galletas que el sonido de un sitar (me encanta). Y hablar de sitar es hablar de Ravi Shankar. Para quién no lo conozca, es el Paco de Lucía indio (un virtuoso entre los virtuosos). El vídeo es un poco largo (si lo comparamos con otros que he subido aquí), pero os puedo asegurar que merece la pena escucharlo de principio a fin, y más de una vez.

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