A veces, las pequeñas cosas se pueden convertir en grandes descubrimientos. Y ése es el caso de los bombones. Mucha gente puede pensar que los bombones son sólo chocolate y nada más, pero la verdad es que estas pequeñas delicias pueden ser muchísimo más. No sólo admiten casi cualquier forma, sino que además te permiten experimentar con el relleno, la cobertura, la presentación,... Ya había hecho bombones anteriormente, pero nunca los había rellenado, así que para esta ocasión busqué una receta sencilla y de sabores conocidos para experimentar. El resultado obtenido ha sido unos bombones de chocolate blanco rellenos de almendra y pistacho.
En un par de horas, es posible tener estos deliciosos bocaditos listos para comer. Crujientes por fuera y cremosos por dentro. Todo un manjar para aplacar ese deseo repentino de chocolate.
Y para aplacar el deseo de buena música os dejo esta canción de The Cardigans, titulada My favourite game (que nunca me canso de escuchar).
My heart is black and my body is blue
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